lunes, 11 de diciembre de 2017

TREKKING DE LANGTANG. PASO A PASO REPARTIENDO SONRISAS

Me encuentro rodeada de ruidos, de vida. Estoy en Kathmandu, en nuestro viaje de vacaciones a Nepal, país que no debe dejar indiferente a nadie. Salimos hacia Dhunche, a 100 km de aquí, para comenzar el Trekking de Langtang. Llegamos antesdeayer a esta ruidosa y caótica ciudad, en la que el tiempo, como en todo el país, se ha detenido. Pasear por estas calles desvencijadas oyendo el claxon continuo de los vehículos contrasta con la paz que vamos a encontrar en las montañas, alejadas del polvo en el que nos envolvemos. La gente es cercana, amable, sonriente, da más de lo que tiene, en definitiva, mis pasos en este trekking van a aderezarse de vida, y mis ojos acabarán llenos de imágenes inolvidables.

1 Día. Dhunche (1960 m) - Cholongpaty (3615 m)
Dhunche, una amplia calle donde se encuentran la mayoría de hotelitos esperando a los montañeros. Llegamos ayer desde Kathmandu, 8 horas de traquetreo continuo para hacer 100 km, en un vehículo en el que vinimos nosotros 6, Udaya (el guia), Prakhas (un porteador), el chófer y un par de personas más...apretados, por pista/asfalto ocasional, y piedras altísimas que nos hacían votar dentro. La noche tranquila, se nos incorporaron los otros 2 porteadores Suraj y Hari,y a las 7:30h nos ponemos en marcha, dejando las escenas cotidianas de este pueblo donde vamos quedándonos con esos niños descalzos, otros porteando, mujeres en un lado de la pista picando piedras o lavando cacharros y ropa, o también porteando, pelos negros y largos, dientes limpios, bellezas sonrientes. Llegamos a Chandanbari, a 3300 m, tras 1300 m de desnivel y varias paradas para tomar Black Tea, o simplemente descansar. La subida sostenida, llevadera, atravesando bosques de rododendros, especie que estamos acostumbrados a ver por aquí, más de tipo arbusto, y poco a poco empapándonos de paisaje y con un tiempo agradable para caminar (20 grados).
Bajón a 3300 m. Hacemos la comida aquí, en Chandanbari, y desde aquí nos quedan tan sólo 300 m de desnivel. No podía dar un paso. Con la ayuda de mis compañeros conseguí llegar malamente a Cholongpaty, yo y mis casi 1700 m de desnivel...para pasar el resto de la tarde metida en la cama sin fuerzas y con la cabeza a punto de estallar. No cené, todo me daba asco...Tomé medicación y a la cama dándole vueltas a la situación que se me presentaba...si era el primer día y estaba así, cómo iba a poder afrontar los casi 5000 m de más adelante...no pegué ojo...

2 Día. Cholongpaty (3615 m) - Gosainkunda (4380 m) - Thulo Syabru (2400 m)
...Mis compañeros se levantan a las 5:15 h con intención de subir a desayunar y ver el amanecer desde Maya Hotel (3900 m). Yo me quedo con mi cabreo y mi debilidad a pasar la mañana intentando caminar algo para ir cogiendo aclimatación...no desayuno apenas pues aún tengo náuseas, y con un par de barritas voy caminando a las 8h por la misma ruta que han hecho mis colegas, parando cada 100 metros a coger aire...Claro, mi cabeza ya sin dolor se llenaba de negros pensamientos...¡Piensa en positivo, aunque el cuerpo no lo tengas bien!, sabios consejos de una gran persona. Compro una botella de agua (siempre bebíamos envasada) y me tomo un black tea que me resucita hasta el punto de que me entra un hambre de loba...Bajo a Cholongpaty y pido la comida, un gran plato de pasta con setas que devoro...pensamiento positivo, ¿eh, Udaya?...
Llegan los 8 y me encuentran en plena forma así que decidimos bajar todos a Thulo Syabru (pensaban quedarse a pasar noche de nuevo si yo estaba mal). Buen final de día en un pueblo con muchos restos del terremoto de 2015...aún estaban porteando piedras y reconstruyendo edificios. Nosotros, pensando en nuestro trekking y en lo bien que habíamos estado por allí arriba, y ellos, que nos regalan una sonrisa acarreando piedras, en un minuto de una hora de un día que forma parte de muchos días en los que hacen lo mismo...vivir lo que les toca.

Permiso para el trekking

Nuestro vehículo para 11 personas

Dhunche

Pequeños templitos en el camino 


Vista de los Ganesh


Udaya en Gosainkunda

Jugando en Cholongpaty

Thulo Syabru y restos del terremoto de 2015

3 Día. Thulo Syabru (2400 m) - Lama Hotel (2420 m)
A las 7:45 h diana para desayunar y salir 1 hora más tarde hacia Lama Hotel. El recorrido es espectacular en los 900 m de desnivel acumulados que nos depara el día. Hace calor, pero al tratarse de un camino paralelo al río se hace muy llevadero. Pasamos varios puentes y nos cruzamos con bastantes porteadores cargados y en chancletas, menudos, muy menudos, aguantando kilos y kilos... Paramos en Bamboo a tomar algo (el "piscolabis" siempre es el té), y en algún otro lugar, ya que el recorrido está jalonado de estas pequeñas casitas, para llegar a Lama Hotel poco antes de comer, después de 6 horas de caminar. A las 19:30 h la cena, que en la zona de montaña consiste básicamente en el plato de Dhalbat (arroz blanco con lentejas, verdura y patata) al que se puede añadir picante, aunque de por sí ya tiene un sabor especial toda la comida, los nuddles o pasta estrecha con verduras, los espaguettis y los huevos, nada de carne, exceptuando "algo" de pollo, alguna sopa, y por supuesto sin pan. Cada noche apuntábamos el desayuno del día siguiente a elegir entre chapati con mantequilla (muy fuerte) y mermelada, pan tibetano, cereales con leche de búfala, café con leche, té negro (black tea) o té con leche (masala tea), chocolate caliente, tortillas, ...
El estruendo del agua hace de este sitio un verdadero espectáculo. Nos quedamos charlando después de cenar, junto al calor del hogar. Udaya nos cuenta su experiencia cuando fue el terremoto. Le pilló con una cliente inglesa, le dijo que se protegiese bajo una piedra (que al día siguiente nos mostró), y estuvo 3 días junto a 20 turistas y 40 nepalíes sin poder dar noticias a su familia en Panauti, ni saber a su vez nada de ellos...Cogieron lo indispensable (gas, pucheros, comida) para aguantar esos días para, una vez estabilizada la situación (no más réplicas), poder caminar sobre las piedras caídas hasta llegar a Syabrubesi y contactar con los suyos. Verdaderos supervivientes.


Panales suspendidos


Lama Hotel. En el calor del hogar

4 Día. Lama Hotel (2420 m) - Langtang (3400m)
Hacemos 1000 metros de desnivel en un día menos caluroso que el anterior. Continuamos junto al río al principio, para pasar a un ensanchamiento y transitar por encima del desprendimiento provocado por el terremoto que en su día sepultó a 200 personas en el emplazamiento del pueblo de Langtang...Un silencio desgarrador nos transporta por encima de esas piedras, por el camino que se ha vuelto a dibujar para que miles de turistas montañeros, como nosotros, podamos caminar este trekking...Ahora que han pasado ya 2 años y medio desde entonces, la piedra sigue moviéndose y se va abriendo un boquete de barro y agua a causa de la fuerza con la que ésta cae desde unas cascadas en la parte alta del desprendimiento. Todo subyuga e impone aquí...Llegamos al "nuevo" pueblo de Langtang, todo se renueva...Y aquí, deambulamos por la zona del memorial alzado en recuerdo de las víctimas, intentando comprender...por qué aquí...Esta naturaleza que es tan colosal...paisajes tan distintos que me remueven el alma. Hace frío, o lo tengo yo...pedimos nuestras "blankets" (mantas), y nos metemos a dormir después de calentarnos con la cena, la estufita y el calor de los amigos, de los viejos y esos nuevos que tanto nos dan.


Pasando por encima desprendimiento...dolor

Actual Langtang


Memorial

5 Día. Langtang (3400 m) - Kyanjin Gompa (3900 m) - Kyanjin Ri (4773 m)
Y voy bien, muy bien. El episodio del primer día ya está olvidado. Nos ponemos en marcha a las 7:45 h con una espectacular mañana. Son frescas, unos 12 graditos, pero al mediodía llega a 22 o 23. La subida, sostenida y cómoda. Llegamos al mediodía y me tomo un adiro ya que quiero prevenirme de la subida que vamos a hacer, 800 metros hasta el Kyanjin Ri. Esta vez le toca el mal rato a un compañero que no se encuentra bien casi al final de la subida. A "trancas y barrancas" consigue subir y luego, después de disfrutar de las vistas que sobre el Langtang Lirung (7227 m)y el Tserko Ri (4997 m) tenemos continuamente, llega la sesión de fotos y a bajar para pasar la tarde relajados a 3900 m. Algo noto yo también en la bajada, en fin, que esto de la altura me está pasando factura. Sonia y su familia nos atienden de maravilla en este enclave prodigioso, recóndito, final del trekking por este valle.

Kyanjin Gompa (3900 m)

Vistas desde Kyanjin Ri


6 Día. Kyanjin Gomba (3900 m) - Tserko Ri (4998 m) - Langtang (3400 m)
Me he animado a subir a esta imponente montaña desde la que las vistas quitan el hipo...A las 4:45 h nos levantamos para desayunar bien y emprender el ascenso. Nuestro compañero no viene ya que ha pasado mala noche y no se encuentra bien. Ascendemos poco a poco ya que la altura no permite ir al ritmo al que estamos acostumbrados. Yo me tomo por si acaso la medicación para el mal de altura. En poco más de 4 horas llegamos a la cumbre y nos quedamos allí media hora asombrados y anonadados por el espectáculo que tenemos alrededor...Sin palabras. Langtang, Ganchempo (7455 m), Langshisa (6427 m)...picos y picos con glaciares suspendidos, bajo un sol que no molesta, y un cielo azul...
Bajamos mi cabeza y yo en un continuo "sin vivir"...pesada...pero todo es maravilloso...Comemos y nos despedimos de Sonia junto a su tristeza por dejarnos, ¡hasta pronto!. Volvemos hacia el pueblo de Langtang para pasar nuestra segunda  noche aquí, en otro lodge...ya falta poco, ahora desfilamos por el mismo recorrido ya hecho, de vuelta...Hoy ha sido duro, estoy cansada. 1200 metros de subida y 1600 m de bajada, una buena ración.

Ascendiendo al Tserko Ri (4998 m)

Vistas desde la cima


Bajando de Tserko Ri, vistas hacia pico Langtang Lirung

Despidiéndonos de Sonia...

7 Día. Langtang (3400 m) - Dome (1700 m)
Todo bajada, desde las 7:30 h hasta que llegamos, por camino ya transitado, hasta Dome. Han sido 23 km y de nuevo nos familiarizamos con el ruido del río. Aquí tenemos la compañía de una cascada y de las velas, ya que no teníamos luz. Es igual, cansados, y después de una buena cena, nos acostamos para estar en la horizontal unas 10 horas...El sitio se nota que es más pobre que los anteriores.


Prakhas, Suraj...¡GRACIAS!


Syabrubesi. Fin del trekking

8 Día. Fin de trekking en Syabrubesi.
Calor y pena. Llegamos en poco más de 2 horas a Syabrubesi. Nos abrazamos como final de un maravilloso trekking, y pesa tener que despedirse de Suraj, Hari y Prakhas, nuestros amigos porteadores que tanto han hecho por nosotros. Al día siguiente, con Udaya nos volvemos a Kathmandu en un vehículo, y ellos cogerán el bus. Con la sonrisa lo dicen todo. Parcos en palabras, por desconocimiento del inglés, nos dan un abrazo de despedida esa misma noche después de cenar.
Nos queda tiempo de dar un paseo por el pueblo y absorber cada detalle, que por pequeño que parezca, a mí me ha llenado por completo. Esto ha sido un pequeño relato de una parte de nuestra estancia en este país, todavía nos quedaba otro pequeño trekking en la zona de Pokhara hacia Poon Hill y sus maravillosas vistas sobre los Annapurnas, Daulaghiri, Machhapuchhare...y vida, mucha vida compartida junto a esta gente maravillosa, pero eso forma parte de otra historia...

viernes, 22 de septiembre de 2017

OTRA RUTA CAMINADA

La GR 15 discurre paralela al eje pirenaico y su tramo aragonés comienza en Pont de Suert y termina en el Vértice de Algaraieta, en Fago, sumando un total de 274 km. Hace 2 años fue acondicionada esta ruta, y yo he disfrutado de una pequeña parte de ella durante 3 días, con mi soledad acompañada por el sol, los bosques, los pueblos que componen el principio y fin de cada etapa, los animales que tuve la oportunidad de ver y los sonidos que escuché...en definitiva, nunca se está solo cuando uno se llena de naturaleza, en un espacio pequeño en el tiempo, 3 días, aunque grande, muy grande, si se suman las vivencias.

Así pues, mi punto de partida fue el pueblo de Broto, al que llegué desde Donostia en nada menos que 4 autobuses, y teniendo que pasar noche en Jaca...es lo que hay; desde Sabiñánigo parte un único autobús diario, a las 11 de la mañana, hacia Biescas, Gavín, Yésero...Torla y Broto, continuando hacia Fiscal, Boltaña y Ainsa, y vuelta. Después de mirar y mirar, no encontré forma de presentarme en Sabiñánigo antes de las 11 salvo pasando noche. Llegué a Broto el jueves a las 12 del mediodía, con toda la tarde por delante. Tomé un sendero que me llevó hasta Torla y vuelta, para hacer tiempo para comer y dirigirme al Albergue A Borda Felices, al que pondría un 10 en servicios y atención, totalmente recomendable.

Atardecer hacia Ordesa

Cascada de Sorrosal, en Broto

Ferrata de Sorrosal, junto a la cascada
El pronóstico de tiempo no era muy bueno, por lo que muy a mi pesar decidí que la etapa entre Broto y Biescas del día siguiente me la saltaría. Se trata de un recorrido exigente, de 26 km y un desnivel de 1200m. Atraviesa el Sobrepuerto, pasando por Oto, Yosa, Puerto de Yosa, descendiendo hasta el despoblado de Otal, Yésero, Gavín y llegada a Biescas, además, tuve un pequeño esguince que fue el punto que me hizo reflexionar sobre lo que iba a hacer. Tomé el bus que pasaba a las 15 h por Broto dirección Biescas. Allí pasé noche y, con muchas ganas de caminar, realicé la etapa Biescas Isín, resultando 24 km de bellos paisajes, y compartiendo con los pájaros, los árboles (pinos y robles sobre todo), las nubes y el viento mis momentos mágicos del día. El tobillo acaparaba mi atención en las bajadas, bastante cómodas en este día.
Comencé con bastante frío, unos 3 grados, por una pista junto al cuartel de la Guardia Civil, sintiendo en la cara el rocío de la mañana, bonita y azul. Silencio absoluto, nadie circula por estos lugares, la única persona que me crucé fue un chico corriendo con su perro al cabo de 2 horas de comenzar a caminar. El sendero está perfectamente señalizado, no siendo necesario el uso del GPS que llevaba, salvo en caso de niebla cerrada. Pronto llego al Barranco de Arás por pista, cerca de unos muros de contención. Luego se toma un sendero por bosque, entre pinos y robles, que conduce hasta Yosa de Sobremonte, bello y tranquilo pueblo. Continúo hasta Aso de Sobremonte por un camino entre huertas y pastos, encaminándome después hasta una pista más ancha que me dirige, paralela al barranco de Aso, hacia el Collado de Estachoplano (divisoria de los ríos Gállego y Aurín), en el que el viento helador, y unas preciosas y abiertas vistas hacia el Valle de Acumuer y la zona del Aspe y montañas cercanas  me reciben. Tengo que abrigarme ya que la temperatura es baja, acrecentada la sensación térmica por el viento, circunstancia que hace que no pare ni un segundo y comience la bajada hacia Acumuer, continuando hasta Isín. Antes, se podía hacer parada en este pequeño pueblo de Acumuer, pasando noche allí, pero actualmente no existe esa posibilidad, por lo que se debe continuar hasta Isín...en total fueron 25 km, no está mal

Dejo atrás el pueblo de Biescas 




Yosa de Sobremonte me recibe callado...




Vistas desde el Collado de Estachoplano


Al fondo, Peña Oroel

El Collado Estachoplano

Acumuer

Vistas desde mi habitación del Albergue de Isín
Enseguida me recibió en su gran albergue Dani, dejándome todo el edificio para mí sola...un poco de miedo ya daba estar allí, subiendo y bajando las escaleras, permaneciendo en esos comedores y habitaciones enormes, de varias camas. En fin, es temporada baja, y NADIE respiró por allí, aunque por la noche percibía mil ruidos a mi alrededor.
Tuve que madrugar un poco dado que iba a ser una etapa larga (27 km). Con el frio de la mañana me dispuse a comenzar la ruta, que va por pista en su mayor parte. Atravesando pinares hasta llegar a un collado con unas vistas maravillosas hacia la Partacúa, el collado de Collugané, con el Valle del Aurín a los pies. ¡Qué sensación llegar allí!, sola, todo lo que ocupaba mi vista era mío en ese momento, son sensaciones que me llenan, merece la pena caminar para encontrarse uno así, mientras pueda no dejaré de hacerlo. Además, tuve la suerte de ver un par de jabalíes escapando de mi presencia...
Continúo por pista en bajada, zigzagueando y cruzando por camino que la corta, hasta llegar a un lugar que me dejó con la boca abierta, el Despoblado de Larrosa. No sé qué tienen estos lugares que me dejan sin respiración. Atravesé sus desvencijadas calles no perdiendo detalle de cada hueco, comido por la vegetación, viendo la iglesia de San Bartolomé, erguida, dominando las paredes rotas de las casas que antaño rebosaban vida, ¡qué sitio!. Sigo, en ascenso, con el corazón palpitante recordando las imágenes de esta naturaleza que se apodera de todo, hasta rozar el Río Iguácel, ahora por pista, que se hace un poco larga. Llego al sitio donde se erige la Iglesia de Santa María de Iguácel, preciosa edificación, donde paré a beber agua de su fuente de tres caños, y a descansar picando algo. Me esperaba otra subida corta por bosque, recibiendo su sombra en un día ideal para caminar. Alcancé de nuevo otra pista que tras 2 km llegaba a otro collado, para descender siguiendo la vertiente izquierda del Barranco de San Juan, y vadeando en varios puntos el río, llegar a la Ermita de San Juan de Cenarbe, tras la que ya sólo queda alcanzar el viaducto del ferrocarril y más adelante llegar al río Aragón para adentrarnos en la parte alta de Castiello de Jaca. Han sido 7 horas...es momento de descanso y comida en Casa Pío para luego tomar el bus que baja de Astún y me deja en Jaca...Desde aquí de nuevo tomo el bus a Iruña y luego a Donostia.

Vistas desde el Collado de Collugané 


Ruinas despoblado de Larrosa



Caminando por sus calles desvencijadas


Preciosa Iglesia de San Bartolomé




Santa María de Iguácel

La Iglesia se queda abajo...

Preciosas sendas

Vadeando rios casi secos


Castiello de Jaca
"Tengo la costumbre de ir por los caminos mirando a la derecha y a la izquierda, y de vez en cuando mirando para atrás...Y lo que veo a cada instante es lo que nunca había visto antes, y me doy cuenta muy bien de ello...Sé sentir el pasmo esencial que siente un niño, si al nacer, de veras reparase en que nacía...Me siento nacido a cada instante a la eterna novedad del Mundo..." (fragmento de "El Guardador de Rebaños", Alberto Caeiro))